Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Indexology® el 24 de mayo de 2023.
Si alguna vez ha leído un prospecto de oferta (o, en este caso, un informe de investigación de S&P DJI), ya sabe que “el desempeño pasado no garantiza resultados futuros”. En un nivel inicial, si entendemos eso, entenderemos lo más importante sobre los Scorecards de Persistencia de S&P DJI. En el caso de EE. UU., Europa, América Latina y Canadá (¡y próximamente Australia!), nuestros Scorecards de Persistencia lanzados recientemente muestran de manera unánime que un historial de rendimiento superior al mercado no predice un rendimiento superior en el futuro.
Pero en un nivel más profundo, ¿por qué es importante esto? Sabemos gracias a los informes SPIVA® y otros datos que la mayoría de los gestores activos tiene un desempeño inferior al mercado la mayor parte del tiempo. Sin embargo, incluso en los años más desafiantes hay variedad en los desempeños activos; a algunos gestores siempre les irá mejor que a otros, independientemente de cuántos superen a índices de referencia pasivos como el S&P 500®. ¿Los gestores con los mejores rendimientos logran esto gracias a su verdadera habilidad o simplemente a causa de la buena suerte?
Después de todo, no existe ninguna teoría que descarte la existencia de un subgrupo (presumiblemente pequeño) de gestores activos genuinamente hábiles. Si tal grupo existiera, ¿cómo se manifestarían sus habilidades en los datos de desempeño? Como un experimento mental, podemos considerar un conjunto hipotético de gestores que logran tener un desempeño sobre la mediana en un periodo determinado y preguntar cómo se desempeñan en periodos siguientes.
Si todos los gestores sobre la mediana en el periodo 1 lograron eso sólo por suerte, podríamos esperar que la mitad de ellos estuviera sobre la mediana otra vez en el periodo 2. Si la tasa de éxito repetido estuviera considerablemente sobre 50%, podríamos empezar a sospechar que los gestores sobre la mediana son verdaderamente hábiles. Pero si menos de 50% de los gestores exitosos en el periodo 1 estuvieran sobre la mediana en el periodo 2, eso respaldaría la idea de que su éxito en el período 1 se debió a la suerte. Si tenemos algo de conocimiento sobre persistencia, podríamos ser capaces de hacer inferencias sobre la habilidad de los gestores.
Y es precisamente eso lo que los Scorecards de Persistencia nos permiten hacer. La figura 1 ilustra lo siguiente: utilizando 10 años de datos de renta variable de EE. UU., nos preguntamos en qué medida el rendimiento por encima de la mediana en los primeros 5 años predijo el rendimiento por encima de la mediana en los 5 años subsecuentes. La respuesta es: para nada. En todas las categorías de fondos, los ganadores en los años 1 a 5 tuvieron bajas probabilidades de repetir su éxito en los años 6 a 10.
Existen, por supuesto, otras formas de poner a prueba la persistencia. Podríamos examinar el desempeño en relación con un índice de referencia en vez de con un grupo de pares, con diferentes periodos de retrospección (un año o tres años en lugar de cinco años), con diferentes cortes (cuartiles en vez de mitades) y con diferentes clases de activos (bonos además de acciones). Nuestros Scorecards de Persistencia analizan todo esto e, incluso cuando los datos cambian, los resultados son iguales.
Es probable que los resultados que se deben a la verdadera habilidad sigan existiendo, en cuanto que aquellos que se deben a la suerte probablemente terminen siendo efímeros. Los datos implican que un desempeño activo bueno generalmente se debe más a la suerte que a la habilidad.