Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Indexology® el 11 de marzo de 2022.
Las acciones de Estados Unidos han tenido un inicio de año difícil, caracterizado por la preocupación por la inflación; alzas de tasa anticipadas por parte de la Reserva Federal; varias empresas de megacapitalización con utilidades inferiores a lo estimado y la continua tensión geopolítica derivada del conflicto Rusia-Ucrania. La figura 1 muestra que tanto el S&P 500®, el S&P MidCap 400® como el S&P SmallCap 600® cayeron en los primeros dos meses de 2022, al igual que la mayoría de sus respectivos índices sectoriales, de estilo y de estilo puro. El sector de Energía, impulsado por el aumento del precio de los commodities, fue una excepción destacable.

Si bien las últimas noticias tuvieron efectos direccionales similares en las acciones de EE. UU., la magnitud de estos efectos varió según segmento de estilo y sector. Por ejemplo, la figura 2 muestra que hubo una enorme diferencia de 41% entre el sector del S&P 500 con mejor rendimiento (Energía subió 28%) y el sector con peor rendimiento (Bienes Inmobiliarios cayó 13%) en los primeros dos meses de 2022; por otro lado, el S&P 500 Value (-3%) superó al S&P 500 Growth (-12%) en 9%. Tales diferencias sugieren que las perspectivas sectoriales y de estilo de inversión podrían haber sido útiles para orientarse en el actual ambiente de mercado; evitar los segmentos de peor rendimiento o identificar a los de mejor rendimiento podría haber ofrecido una mejora de rendimiento considerable.
