Año tras año, nuestro informe SPIVA® ha demostrado que los benchmarks ponderados por capitalización de mercado son, por decirlo amablemente, difíciles de superar. Sin embargo, en 2019, una variedad de circunstancias hizo que este “difícil de superar” se transformara en “casi imposible” en el caso del S&P 500® .
En general, existen tres formas típicas en las que una cartera activa puede superar a su benchmark: otorgar una ponderación superior o inferior a acciones dentro del índice, enfocarse en factores o sectores, o aventurarse más allá de los componentes del índice para invertir en otros activos, desde efectivo a commodities. Cada una de estas opciones se vio extraordinariamente perjudicada el año pasado.
Con base en el desempeño de una amplia variedad de mercados alternativos, buscar opciones fuera del benchmark no sirvió de mucho. Las acciones de menor tamaño de EE. UU., así como las acciones internacionales, renta fija y commodities no lograron superar las acciones de alta capitalización de EE. UU.