Cuando se trata de invertir en diferentes estilos (style investing), los índices de estilo puro que seleccionan y ponderan títulos con base en sus puntuaciones de estilo tienden a presentar una menor correlación entre sí, además de un mayor diferencial entre sus rendimientos y mayores betas con respecto a su benchmark que los índices de estilo tradicionales, que son ponderados por capitalización de mercado y contienen acciones con características de estilo que se superponen.
Adicionalmente, cuando se favorece un estilo por sobre otro, la versión de estilo puro generalmente tiene un
mejor desempeño que la versión tradicional. La asimetría en el desempeño y mayor sensibilidad al mercado
resalta las probabilidades que tienen los índices de estilo puro de experimentar períodos extensos de
desempeño inferior al de sus contrapartes. Debido a esto, los participantes del mercado a menudo realizan
rotaciones entre estilos (manteniendo crecimiento o valor) o conservan una combinación de ambos para
cosechar la prima por estilo.
La decisión de mantener una combinación de índices de estilo o hacer un rotación para salir de un estilo
puede deberse a un diversas señales que van desde condiciones macroeconómicas hasta aquellas basadas
en valuaciones. En este artículo, no buscamos descubrir señales para realizar asignaciones. Por el contrario,
tomamos un enfoque simplificado para realizar el cálculo de carteras hipotéticas que combinan los estilos
puros de valor y crecimiento con diferentes ponderaciones.
Para ello, creamos 11 carteras hipotéticas y cambiamos las ponderaciones en incrementos de 10% (desde
100% a valor y 0% a crecimiento hasta 0% a valor y 100% a crecimiento) con base en los índices de estilo del
S&P 500. La figura 1 muestra el rendimiento y riesgo anualizados en un gráfico de dispersión (a la izquierda) y
la relación de rendimiento/riesgo (a la derecha) de las carteras de estilo desde 1998 hasta 2018.
muestra el mismo análisis aplicado a los índices de estilo puro de S&P DJI.