Un índice de referencia o benchmark representa el desempeño de un determinado mercado de valores, segmento de mercado o clase de activos. El S&P/BMV IPC busca medir el desempeño de las acciones de mayor tamaño y liquidez listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El índice está diseñado para proporcionar una medida representativa, invertible y replicable del mercado accionario mexicano.
El S&P/BMV IPC fue lanzado el 30 de octubre de 1978, como parte de una revolución del mercado mexicano, y desde entonces ha sido el ícono del mercado de valores de México. En medio de un largo período inflacionario, entre la devaluación del peso mexicano y modificaciones a la política monetaria con respecto al tipo de cambio, 1978 fue un año decisivo para la economía de México. El banco central del país implementó nuevas políticas económicas y financieras, creando un nuevo ambiente regulatorio que incluía la exención de impuestos sobre las ganancias de capital, la aprobación de la revaluación de ciertos activos para apoyar a las compañías listadas que enfrentaban una delicada situación financiera y la “mexicanización” del capital extranjero mediante la bolsa de valores.
INDEXACIÓN EN MÉXICO
La necesidad de medir la evolución del mercado mexicano de renta variable existía incluso antes del lanzamiento del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que ahora es el S&P/BMV IPC. Uno de los antecesores del S&P/BMV IPC, el Promedio de Hechos de la Bolsa de 1910, era calculado como la media aritmética anual de los valores operados por cada compañía listada. Sin embargo, este primer enfoque fue inestable debido a la falta de liquidez en el mercado y al frecuente cambio de los listados. Más tarde, en 1958, el universo se restringió a once empresas industriales y el cálculo se basó en el precio promedio diario. A medida que el mercado de capitales se expandió, la muestra de once compañías se volvió poco representativa. Como resultado, en 1966, el tamaño de la muestra se amplió a 30 componentes y se modificó la metodología de cálculo para vincular el precio promedio con el valor anterior e introducir ajustes para eventos corporativos, tales como divisiones