En una anterior serie de artículos, examinamos la relación que tienen las puntuaciones de los factores ambiental (E), social (S) y de gobierno corporativo (G) con el desempeño futuro de las acciones. En los tres casos, los resultados muestran que las carteras de los primeros quintiles superaron el desempeño de las carteras de los quintiles más bajos. Sin embargo, un análisis más profundo reveló que la cartera clasificada según el criterio de gobierno corporativo presentó el mayor diferencial entre el primer y último quintil (1.68%), mientras que la cartera clasificada según el criterio social registró el diferencial más bajo (1.34%) durante un horizonte de inversión a largo plazo (entre enero de 2001 y diciembre de 2017). En períodos de mediano plazo, como cinco años, el diferencial de la cartera clasificada según el criterio ambiental fue el más alto (2.70%), mientras que la cartera clasificada según el criterio social tuvo el peor desempeño (-0.63%).
Por ende, aquellos participantes del mercado que están interesados en los factores ESG deberían tomar en cuenta su horizonte temporal de inversión y las expectativas de rendimiento asociadas a tal horizonte.
De acuerdo con el proceso de puntuación de RobecoSAM, las ponderaciones relativas de los componentes de la puntuación ESG varían de industria a industria debido a diferencias de materialidad. Por ejemplo, según se muestra , la dimensión ambiental ameritó una mayor ponderación en la industria de compañías eléctricas en comparación con la industria bancaria o farmacéutica, mientras que la dimensión de gobierno corporativo presentó el mayor peso en la industria farmacéutica. La puntuación ESG total se calculó después de aplicar estas ponderaciones específicas de cada industria a los factores E, S y G.